Un model català de relacions sociolaborals

treball

#1

La dignificació del treball passa per crear nous marcs de drets sindicals i d’actuació i negociació col·lectiva de les relacions laborals; així com nous marcs jurídics a escala supranacional, i en primer lloc de la Unió Europea, en els quals inserir un model català de relacions sociolaborals. El nou model ha de garantir unes relacions laborals en igualtat i lliures de discriminació. Ha de ser un model que enforteixi l’exercici dels drets a la negociació col·lectiva i del dret de vaga, reconeixent els mateixos drets socials i laborals a tots els treballadors i treballadores que prestin els seus serveis dins d’un mateix procés econòmic.


#2

La relaciones laborales deben tener un estatuo de los trabajadores de Catalunya si este es útil para eliminar las reformas laborales del PP PSOE y CiU, ya que desde la transición del 78 se han recortado muchos derechos laborales al mismo tiempo que el PIB y la tecnología han crecido muchísimo.

Las transferencias en Inspección de Trabajo y de alguna otra materia en Salud Laboral, o en horarios, hasta ahora no nos permite una soberanía suficiente para afrontar la precariedad y el necesario reparto de todos los trabajos. La necesidad de la transición ecológica ante el colapso que devendrá por la falta de recursos energéticos y minerales nos obliga a una planificación que no puede dejarse al mercado, ya que este prioriza máximos beneficios, sea mediante la robotización (para la cual no hay recursos suficientes como para sustituir tanto empleo por robots),o sea con la deslocalización impulsada por organismos internacionales, etc,
Hemos aprendido de la historia, “que una vez aparecidas las clases sociales sobre la base de la propiedad privada y la explotación, la historia de las sociedades pasó a ser, simplemente, la historia de la lucha de las clases explotadoras y las explotadas” Para afrontar el drama de la precariedad es necesario que la organización del nuevo sujeto se implique en la autoorganizacion de la clase trabajadora en los centros de trabajo y en los barrios, con un sindicalismo social unitario en sus centros de trabajo o sectores y desde allí junto con los territorios, para que al menos se genere la defensa ante los ataques sociolaborales, miedos y humillaciones.
En el futuro nuevo a construir no se puede obviar la experiencia directa, extendiendo la democracia real en el puesto de trabajo y esta organización es necesaria también para que se den alternativas en cada uno de los sectores. Es imprescindible garantizar un impulso desde los y las sindicalistas sociales, de la misma forma que el trabajo se debe hacer con la inmigración, la parte mas explotada de la sociedad con esta masiva precariedad.